Capítulo 36
El abuelo de Ariana y el abuelo de Rafael eran hermanos, por lo que sus padres eran primos hermanos. Aunque las dos familias vivían cerca y tenían una relación muy cercana, además de no tener muchos hijos, trataban a los hijos de la otra familia como si fueran sus propios nietos.
Después de graduarse, Ariana comenzó a hacer prácticas en la empresa de su hermano mayor, Rafael. Planeaba visitar a sus padres durante las vacaciones, pero esa mañana recibió una llamada de ellos diciéndola que ya se encontraban en el aeropuerto listos para tomar un vuelo hacia San Bernat. Querían verla a ella y también visitar al abuelo Isaac, así que ya no era necesario que ella viajara de regreso a casa. Desde que Rafael se divorció y su esposa se fue, y sus tíos fallecieron prematuramente, la salud del anciano había ido deteriorándose cada vez más.
Ariana observaba a la pequeña niña que buscaba su ayuda y pensaba para sí misma que debía ser una pequeña princesa por lo dulce que era y su hermosa apariencia. Estaba segura de que nadie podría resistirse a una solicitud de una pequeña princesa.
“Por supuesto que sí.” Dijo, levantando a Noelia para ayudarla a lavarse las manos y luego le pasó un papel de un solo uso.
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“Gracias, hermosa señorita.” Noelia agradeció cortésmente, su mamá siempre le había dicho que debía agradecer cuando alguien le ayudaba.
“No hay de qué, pequeña, ¿te encuentras aquí sola? ¿Dónde está tu familia?” Ariana estaba preocupada al verla sola, y aunque era la primera vez que se encontraban, sentía una familiaridad inexplicable con ella.
“Mi hermano está en la entrada esperándome. Mi mamá está esperando a mi madrina, quien vendrá a recogernos en un momento. Mi madre estaba preocupada de que mi madrina no pudiera encontrarnos, así que mi hermano me acompañó al baño,” explicó Noelia de manera clara a la hermosa señorita delante de ella.
“Noe, ¿ya terminaste?” Leonardo, preocupado por su hermana que no salía y al escucharla hablar con alguien, llamó desde la puerta, ya que no era apropiado para él entrar.
“Ya terminé, hermano, salgo de inmediato,” dijo Noelia apresuradamente despidiéndose de Ariana.
“Hermana hermosa, mi hermano me está llamando, tengo que irme.”
Ariana salió detrás de Noelia y la vio correr hacia un niño pequeño, suponiendo que debía ser su hermano. Con Rafael aún sin aparecer, Ariana decidió esperar en la entrada.
Noelia al ver a Ariana salir, dijo: “Hermano, esa es la hermosa señorita que te ayudó a lavarme las manos.”
“¿Ya se lo agradeciste?”
“Sí, la señorita dijo que no había de qué.”
“Bien, Noe, eres una niña educada. Vamos a volver, mamá y madrina estarán preocupadas.” Leonardo tomó de la mano a su hermana y se fueron a buscar a su mamá.
Ariana, al escuchar su conversación y al ver a Leonardo, sintió una familiaridad aún más fuerte, como si ya lo hubiera visto antes, pero no podía recordar en qué lugar exactamente.
Rafael salió y vio a Ariana mirando hacia adelante, “¿Qué estás mirando?”
“Ah, hermano, ¿ya te encuentras aquí? Nada, me encontré con dos niños, ¿los viste? Son muy bonitos, podrían ser estrellas infantiles en la agencia de Sergio sin problema. Además, siento que los conozco de algún lugar…”
Rafael miró hacia adelante, viendo solo dos siluetas que se alejaban, “Vamos, los tíos ya llegaron.”
“Ah, está bien.” Desde que Rafael se divorció, se había vuelto más reservado, trabajando todo el tiempo a pesar de tener suficiente dinero para variat generaciones.
Ariana no volvió a pensar en ello y siguió a Rafael, sus padres ya habían llegado y debía apresurarse a encontrarse con ellos, aunque no pudo evitar mirar una vez más a Noelia y Leonardo.
“Me gustaría conocer a la madre de esos niños, cómo logró tener hijos tan hermosos.”
