Capítulo 29
Después de colgar el teléfono con su abuelo Isaac, Sofia subió a su habitación para empacar sus cosas. La verdad era que no tenia muchas pertenencias; con una sola maleta grande fue suficiente. Muchos de los objetos en la mansión fueron comprados por Rafael, y ella decidió no llevarse nada.
Una vez terminó de empacar, dejó la maleta junto a la mesita de noche y bajó a la cocina para preparar un par de bolsas de comida para llevar a la antigua mansión.
Todavia era temprano cuando llegó y Alba aún no habla empezado a preparar la cena. Pensando que podría ser la última vez que cenaria con su abuelo, Sofia decidió cocinar ella misma. Después de insistir durante un buen rato, Alba finalmente accedió. Sofia preparó seis o siete platos y también hizo una sopa, queriendo que Alba y el abuelo Isano probaran algo de la comida que habia traido de la mansión.
Después de cenar, Sofia encontró una excusa para rechazar la oferta de su abuelo de quedarse a dormir y regresó a la mansión que compartia con Rafael. Decidió no aceptar la oferta de su abuelo de enviar un auto por ella. Al ver a su abuelo despidiéndose en la puerta con una sonrisa llena de amor, Sofia, pensando en lo difícil que sería verlo de nuevo, contuvo las lágrimas y le devolvió la sonnsa, diciéndole adiós con la mano y en su corazón, le susurró un último adiós.
Una semana después, Sofia recibió una llamada del abogado Bustillo, quien le informo que llevaría el acuerdo de divorcio a la mansión ese mismo día. Rafael no habia vuelto a la mansión en toda la semana, Sofia supuso que probablemente estaba en casa de Pilar. Dado que ya habían hablado sobre el tema, ya no le importaba dónde pasara él las noches.
Afortunadamente, la última vez que se vieron, llevaba ropa holgada de casa, lo que evito que él notara algo inusual.
El abogado Bustillo llegó en menos de media hora después de colgar el teléfono, demostrando la eficiencia esperada del abogado jefe del Grupo JK. Sofia se sentó frente a él, y el abogado, viendo a la esposa del presidente a quien raramente había visto, se preparó para explicarle el acuerdo de divorcio, dado que la compensación acordada seguramente seria más de lo que ella podría gastar en esta o en la siguiente vida.
“Señora, por favor, revise primero el acuerdo y luego le explicaré en detalle sobre los bienes que el Sr. Amorós le otorgará después del divorcio.”
Sofia, sin mirar cogió el documento y firmó su nombre al final. No deseaba nada, pensando que si esto hacia que Rafael se sintiera un poco mejor, entonces asi seria.
El abogado Bustillo, viendo que Sofia firmaba sin vacilar, se sorprendió un poco. ¿Realmente no tenia curiosidad sobre la cantidad de dinero? Pero, siendo abogado y habiendo completado su tarea, no dijo mucho más y sacó una tarjeta bancaria de su maletin para entregársela a Sofia
“Señora, esta es la tarjeta bancaria que el Sr. Amorós me pidió que le entregara. Dijo que la contraseña es su fecha de nacimiento. Los bienes que se le deben por el acuerdo de divorcio se encuentran todos alli,”
Sofia no la cogió, “Está bien, gracias, abogado Bustillo, por tomarse la molestia de venir.”
El abogado colocó la tarjeta sobre la mesa y se levantó para irse.
“Ha sido un placer, señora. El trámite del certificado de divorcio se realizará el lunes a las 9 de la mañana. El Sr. Amorós la esperará en la entrada del registro civil. Con su permiso, me retiro.”
“De acuerdo, por favor, digale al Sr. Amorós que llegaré alli a tiempo.”
Después de despedir al abogado Bustillo, Sofia tomó su teléfono y reservó un boleto a Ciudad Nube. Si, habia mentido a Rafael sobre volver a su ciudad natal; necesitaba prepararse por los dos bebés que llevaba en su vientre. Habia estado buscando lugares en línea durante los últimos dias y finalmente decidió que Ciudad Nube, descrito por los usuarios de internet como un lugar turbulento, con montañas pintorescas, aguas claras, hermosos paisajes y gente amable, sería perfecto. Queria encontrar un lugar donde nadie la conociera, dar a luz a sus hijos y criarlos.
Quizás Rafael pronto se case con Pilar y formen una nueva familia, tendrán a sus propios bebés y ella no interferirá en su nueva vida. Aunque le dolia marcharse, estaba agradecida, le daba las gracias por haberle dado esos dos tesoros, por haberle proporcionado los seres más queridos.
