Capítulo 258
Delfino se asustó tanto con la mirada de Fernanda que no tuvo más remedio que bajar la cabeza y salir rápidamente del dormitorio.
Cuando Delfinalegó abajo, Sebastión ya habin terminado de hablar con la abuela Borrego, quien la miró fjamente.
En esa mirada, Delfina percibió la desaprobación de la abuela Borrego.
¿Seria que, tal como dijo Fernanda, la abuela Borrego ya habla visto a través de sus trucos desde hace tiempo, pero no la habla culpado abiertamente?
Amba Sebastián abrió la puerta del dormitorio y escuchó el sonido del agua corriendo en el baño
Él echo un vistazo al botiquín cerrado, lo abrió y sacó los medicamentos que necesitaba.
En ese momento, la puerta del baño se abrió y Fernanda salid, su bata de baño delineaba perfectamente su figura, y su cabello todavia goteaba agisa.
Fernanda funció el ceño ligeramente, no había escuchado a Sebastian entrar, pensaba que él aún estaria hablando con abuela, no esperaba que Sebastián subiera tan pronto
Sebastian, contemplando la figura de Fernanda, apretó los labios: “Voy a ponerte el medicamenta“,
La herida de Fernanda ya había dejado de sangrar, en realidad solo había sido una pequeña raspadura, nada grave.
Ella se sentó un poco incómoda al lado de Sebastián, quien cuidadosamente aplicó el medicamento sobre su herido, ambos estaban tan cerca que casi podian oir la respiración del otro.
Sebastian, mirando el cuello blanco y suave de Fernando, sintió que su cuerpo se calentaba.
“¿Listo?”
La voz de Fernanda era fria y serena.
Sebastián entonces tomó una curta del botiquín y la colocó sobre la herida de Fernanda.
Listo“.
Aloir esto, Fernanda se levantó, poniendo distancia entre ella y Sebastián.
Sebastián sabia que Femanda estaba intencionalmente alejándose de él, sintiéndose como si algo dentro de él hubiera desaparecido.
Después de un rato, Sebastián dijo en voz baja: “¿Me aceptarias?”
“¿Qué? ¿Perdiste la confianza?” Fernanda dijo con tono indiferente: “No digas que no te lo adverti. Tú no quisiste escuchar“.
Ella ya le habia dicho a Sebastián que algo entre ellos era imposible.
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También le había dicho a Sebastián que no importaba lo que hiciera, él nunca podria conmoverla.
Sebastián fue quien no creyó y aposto todo lo que tenia
“Si, he perdido la confianza“.
Una rara sonrisa amarga apareció en el rostro de Sebastián mientras decia en voz baja. “Yo, nunca he dudado de mi mismo, pero contigo, realmente no tengo confianza“.
Fernanda desvió la mirada y dijo: “Si tienes miedo de perder al Grupo Borrego, te doy la oportunidad ahora de anular la apuesta“,
“No tengo miedo de perder eso, tengo miedo de perderte a tr
Sebastián la miró fijamente y dijo en voz baja: “Sé que si renuncio a esta apuesta, nunca tendré otra oportunidad, asi que no me rendiré
“Eso es estupidez tuya. No esperes a haberlo perdido todo para arrepentirte“.
Fernanda se levantó y fue a acostarse en la cama.
El silencio llenó la habitación, y Fernanda apenas podia oir a Sebastián decir que no se arrepentia.
Fernanda no cerró los ojos: simplemente no le dijo a Sebastián que, sin importar lo que él hiciera, el amor perdido nunca regresaria
En su corazón, ella y Sebastian ya tenían una brecha que nunca podria cerrarse.
Al día siguiente, Laura llamó a Fernanda temprano en la mañana.
Sebastián se había ido antes a la empresa, y en el dormitorio solamente quedaba Fernanda
