Capítulo 229
Si la Fernanda de antes hubiera escuchado esas palabras, sin duda se habria sentido muy feliz, pero ahora, solo sentia culpa.
Sus sentimientos hacia Sebastián, hace tiempo que no podian volver a ser lo que eman.
Al llegar a la sala de reuniones, los directores estaban discutiendo ansiosamente, y solo se calmaron cuando se abrió la puerta.
Todas las miradas se posaron en Fernanda.
Uno de los directores, claramente insatisfecho, dijo: “Sr. Borrego, tenemos asuntos importantes de los que hablar, no deberíamos traer a personas ajenas“.
Femanda no mostró ninguna emoción, de todos modos, no tenia intención de ver a este grupo de obstinados discutiendo
Si el Grupo Borrego se habia mantenido hasta ahora, era solo porque Sebastián habla estado sosteniéndolo con sus habilidades, si no, estos viejos ya estarian pasando frio.
“Femanda es mi esposa, su presencia aquí es completamente justa y razonable“.
Uno de los directores dijo en tono grave: “Sr. Borrego, ella no pertenece a la compañía, no pondrá los intereses de la empresa primero, te aconsejo que la hages salir, de lo contrario, ninguno de nosotros se sentirá seguro“.
“He transfendo el 20% de las acciones de la compañía a Fernanda, ahora ella es parte del Grupo Borrego, las acciones que posee Femanda son más altas que las de cualquiera de ustedes, ¿todavia tienen alguna objeción?”
Carlos, asombrado, dijo: “Sr. Borrego!”
¿Una transferencia de acciones tan importante? ¿Por qué él no sabia nada de eso?
Más sorprendida que Carlos y los demás accionistas, estaba Femanda.
Ella se quedó parada en su lugar y al mirar a Sebastián, solo pudo ver sorpresa y confusión en sus ojos.
El 20% de las acciones, ¿qué significaba eso?
Significaba que ahora era la segunda persona con mayor control en el Grupo Borrego, después de Sebastián.
Si quisiera hacer algo contra el Grupo Borrego, con ese 20% de las acciones, ya podria derrocar a Sebastián,
Fernanda bajo la voz: “Sebastián, piensalo bien antes de hablar“.
“Ya lo he pensado muy bien, en este mundo, nada ni nadie es más importante para mí que tú“.
Sebastián la miró, diciendo en voz baja: “Nunca he estado tan calmado como ahora“.
Fernanda se quedó atónita ante esa mirada.
No entendia cómo las cosas habían llegado a este punto.
¿Cómo podría Sebastián amarla?
Después de todo, Lorena deberia ser el amor de su vida.
Ella lo había visto, sabia cuánto amaba Sebastián a Lorena, así que entendia muy b
bien ese tipo de mirada.
La mirada de Sebastián era como la que tenía en el pasado hacia Lorena, incluso más profunda que en aquel entonces.
De repente, Femanda se dio cuenta de que esto no era un engaño por parte de Sebastián.
“Senores, ¿alguna otra objeción?”
Al hablar Sebastián, nadie se atrevió a decir más, todo se quedó en silencio.
“Si no hay más objeciones, comencemos“.
Aloir esto, Carlos rápidamente preparó una illa para Femanda.
Sebastián y Fernanda se senteron juntos, pero Femanda no lograba concentrarse en la conversación.
El tema de discusión era como el Grupo Borrego enfrentaria la presión actual de la Compañia Global Andina en varios proyectos. Esto implicaria una gran cantidad de apoyo financiero,
Fernanda miró varias veces a Sebastián, quien estaba discutiendo el plan seriamente, sin ninguna intención de ocultarle nada
Carlos notò que Fernanda estaba distraida, asi que le preguntó en voz baja: “Señora, ¿se siente usted bien?”
“Estoy bien, solo necesito salir un momento“.
Fernanda se puso de pie, y las conversaciones a su alrededor se detuvieron de inmediato.
Con tono indiferente, Femanda dijo: “Continúen, yo ya no participare.
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