Capítulo 189
“Ni en sueños!”
Aprovechando un descuido de Ricardo, Femanda como hacia la puerta intentando abrirla, pero descubrió que el mecanismo interno da la cerradum había sido desactivado.
Desde fuera, la criada habla introducido la llave de repuesto en la cerradura, impidiendo que se pudiera manipular desde dentro el
mecanismo.
“Auxilio! ¡Auxilio!”
Femanda golpeaba la puerta y gritaba con todas sus fuerzas.
En la planta baja, con la música a todo volumen, Isabel bailaba un tango improvisado con Julio, vestida con un elegante vestido rojo, sin poder oir nada de lo que sucedia arriba.
“Deja de perder el tiempol Hoy no tienes escapatoria, serás mia!”
Ricardo avanzó y la abrazó, pero Fernanda lo empujó con fuerza, rompiendo un vaso de agua sobre la mesa. Agarró un fragmento de vidno y lo colocó contra su propia garganta: “Si te atreves a acercarte, me cortaré el cuello, y tú y tu hermana habrán hecho todo esto en vano!”
La expresión de Ricardo cambio.
¡No podia permitir que Fernanda muriera aquil
“Maldita sea, ¿te atreves a amenazarme?”
Ricardo trato de arrebatarle el fragmento de vidrio de las manos a Femanda, pero ella no le dio ninguna oportunidad, y un hilillo de sangre comenzó a brotar de su cuello blanco.
Al ver esto, Ricardo no se atrevió a moverse más.
Mientras tanto, Fabio ya llevaba un rato esperando fuera de la casa de la familia Sierra
Viendo que se acercaba la hora acordada con Femanda y que no contestaba, miró hacia la mansión y se fijó en una ventana del segundo piso.
Desde su posición, podia ver claramente a una mujer apoyada contra el vidrio del balcón, sosteniendo algo en su
¡Esa silueta era de Fernanda!
mand.
Dándose cuenta de que algo no iba bien, Fabio salió de su auto y se dirigió corriendo hacia la casa de la familia Sierra
*Quien es usted! ¡Este es un lugar privado, no puede entrar asi como asi! ¡Guardias! ¡Guardias!”
El jardinero, al ver a Fabio entrar comiendo, comenzó a llamar a los guardias de seguridad.
Cuando los guardias llegaron, Fabio ya habia pateado la puerta de la familia Rivera
Julio, algo ebrio y con la música a todo volumen, se sorprendió junto con los demás al ver el rostro de Fabio, mientras que Isabel se asustó
Iván estaba furioso.
Si no fuese por Fabio, nunca habria acabado en prisión!
Al instante, Julio apagó la música.
a a 9
“Sr. Fabio, ¿qué hace aquí? Hoy es la cena familiar de la familia Sierra”
Desde que entró, Fabio estaba buscando la habitación de Fernanda y, ante la mirada atónita de todos, se dirigió hacia ella.
Isabel, temiendo que su plan fracasara, gritó a los guardias: “¿Qué esperan? ¡Deténganlo ya!”
“Entendido!”
Varios guardias también se lanzaron en persecución, pero Fabio ya había localizado la habitación de Fernanda.
Fuera de la habitación, la criada estaba aterrorizada: “¿Quién… quién es usted?“.
“¡No se acerque! ¡Vayase!”
La débil resistencia de Fernanda llegó a los oidos de Fabio.
Con una mirada feroz, exigió: “Abre la puerta!”
La criada, aterrorizada por la presencia de Fabio, se apresurd a obedecer.
Ricardo
o grito: “¿Quién te dio permiso para abrir esa puerta?! ¡Estás arruinando el plan!”
Justo cuando terminaba de hablar, Fabio lo derribó de una patada.
“Quién diablos eres
res túl
